miércoles, 14 de diciembre de 2011

Mucho en común 2

Radiante. Así estaba mi gran archienemigo de la gran pantalla en el día de ayer. Sin embargo, en ese momento se había convertido en mi mayor aliado, pues necesitaba leer el periódico y, como todos sabréis, no hay mejor momento que leerlo por la mañana, a la luz del sol mientras disfrutas de uno de los mejores desayunos que has tomado nunca, sentado en la terraza de una cafetería. Y más ahora en invierno que, con el frío que hace, se agradece su calorcito.

No pude evitar escupir el sorbo de café que aún tenía en la boca al leer el titular de la página 5. Un terremoto había asolado Venezuela, principalmente su capital, Caracas. El desastre había congregado a multitud de bomberos para salvar cuantas vidas pudieran. Pero ahí no acababa todo. Según los expertos, preveían que algunas réplicas de este terremoto podrían afectar a gran parte de los Estados Unidos.

"¡Tengo que pirarme de aquí!" Pensé en voz alta al leer tal noticia. Y para colmo, al ignorante del camarero, en lugar de irse como estaba a punto de hacer yo, no se le ocurrió otra cosa que soltarme un "Paga antes de pirarte". Sólo tenía dos cosas claras en ese momento. Que debía irme cuanto antes y que el camarero ni siquiera había ojeado el periódico.

Fui a casa y, cuando había hecho la maleta, miré el mapamundi que tengo colgado en mi dormitorio en busca de un lugar alejado. "¿África? No, demasiado calor. ¿China? No, odio el arroz y los tallarines. ¡Lo tengo! ¡Argentina!"

Tener que acostumbrarme a celebrar la navidad en la piscina era un mal menor comparado con el resto de sitios, por lo que fui al aeropuerto y cogí el primer avión con rumbo a la Patagonia argentina.

"Se nos han terminado los billetes hacia Buenos Aires. ¿Le sirve un viaje a Tierra del fuego?" Me dijo la señorita que me atendió."A Argentina, me da igual dónde", contesté.

Lo primero que se me ocurrió al subir al avión es que, quizá, no sería tan buena idea irme a Argentina... ¿Salir de EEUU para ir "Tierra del fuego"? ¿Cambiar un "posible" terremoto por arder como en el infierno?

Durante el viaje, me asomé por la ventana del avión cuando el piloto avisó de que estábamos pasando por Venezuela. Miles de soldados custodiaban las inmediaciones de la zona más afectada del país.

Al llegar a Tierra del Fuego, me dí cuenta de que no era lo que me imaginaba, por lo que me quité un peso (y un disgusto) de encima.

Al llegar, pregunté cómo llegar al hotel y la respuesta fue: "Ché, vos si agarrás ese colectivo shegarás al Hotel Fuego del Sol". No había entendido nada, pero vi un autobús pasar y lo cogí sin pensarlo dos veces. Pagué 1 peso por el viaje y me senté al lado de un caballero con un sombrero que portaba un... ¿erizo? como mascota.

Qué gente más rara estos fueguinos...

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