viernes, 30 de diciembre de 2011

"Star Wars", una manera clásica de contar historias.

Título: “Star Wars”, una manera clásica de contar aventuras.

Autora: Gemma Lluch.

Enlace: http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/platero/01372708688026314425802/p0000001.htm#I_0_

En este artículo, la catedrática Gemma Lluch nos cuenta cómo se relaciona la conocidísima saga Star Wars con la religión, la mitología, el folklore y, cómo no, con la literatura.


En primer lugar, la autora nos muestra cómo ha ido cambiando la manera de contar historias. Desde los juglares que contaban historias a un público ansioso por escucharlas, hasta las películas de la gran pantalla, pasando por la radio, la televisión y, lógicamente, por los libros.

Como vemos, la manera de contar historias ha cambiado. Sin embargo, lo que comenta Gemma Lluch en su artículo es que pese a que la manera de contar historias ha cambiado, parece que lo que es realmente la esencia de las historias no ha cambiado tanto. Como bien dice, las grandes obras decimonónicas se han convertido en los clásicos de la literatura infantil y juvenil y muchas de ellas han sido adaptadas al cine. Pero aquí no acaba todo. No sólo el cine actual adapta las historias, sino que copia su estilo a la hora de presentar a los personajes, narrar la historia e infundirle ese ritmo que acaba enganchando al lector (o espectador en este caso).

De hecho, el amor, el héroe, el villano o la lucha entre el bien (la fuerza) y el mal (el lado oscuro) son sólo algunos ejemplos que podemos encontrar tanto en Star Wars como en la gran mayoría de historias de aventuras escritas y contadas a lo largo del tiempo.

Gemma Lluch realiza un análisis de la saga partiendo del modelo de Vladimir Propp para estudiar los cuentos tradicionales y comparándolo con algunas de las leyes épicas que Axel Orlik defiende que están presentes en este tipo de historias.

En primer lugar, resalta el comienzo de “En una galaxia muy lejana, hace mucho, mucho tiempo…” con la fórmula clásica de comenzar una historia utilizada por la humanidad a lo largo del tiempo con el objetivo de crear un mundo imaginario en un tiempo muy distinto al que el lector/espectador se encuentra (o al menos eso es lo que cree).

También señala que, pese a que la historia está compuesta por multitud de personas, todas forman un único autor, que se personifica en la figura de George Lucas. Este autor es el que se encarga de asumir las competencias de la LIJ asigna a los agentes educativos, ya que la película divulga aquello que es adecuado para el público infantil y juvenil, llegando incluso a crear maneras de pensar y de entender el bien y el mal, atribuidos en este caso a la fuerza y al lado oscuro, respectivamente.

A continuación, la autora hace una breve síntesis de la saga cinematográfica, en la que no nos detendremos a estudiar ya que no trata argumentos literarios en ella, simplemente resume la historia.


Los apartados “Personajes y actantes” y “Las funciones de Propp y las leyes de Orlik” son la parte fundamental del artículo.

En el primero, comienza estableciendo la diferencia entre actantes (conjunto de roles y funciones desarrolladas) y personajes (individuos que las desempeñan).

Anakin Skywalker es el protagonista de la historia. Nuestro héroe. Un héroe que no tiene padre (otro tópico) y que según su futuro maestro, Qui-Gon Jinn, traería el equilibrio a la galaxia.

Sin embargo, este héroe es atraído por el lado oscuro de la fuerza, lo que le lleva a luchar contra aquello que un día defendió (en nuestra literatura, por ejemplo, podemos encontrar al Cid, que luchó en ambos bandos) hasta que en su lecho de muerte decide volver a estar del lado de la fuerza.

A continuación, Gemma Lluch muestra las deferentes funciones de las que parte en su artículo (las de Vladimir Propp) presentes en Star Wars para más tarde centrarse en las leyes épicas de Orlik, entre las que destacamos:

Claridad en la narración: Aparecen pocos personajes. Cuando hay varias acciones, se cuentan de manera paralela pero totalmente diferenciadas.

Ley de la dualidad escénica: Aunque en la misma escena haya varios personajes, sólo hay dos que interactúan de manera activa.

Ley de la caracterización por la acción: Todos los personajes están caracterizados por aquello que hacen.

Ley de la unicidad: Sólo hay una trama centrada en el personaje, incluso cuando Anakin, el personaje principal, pasa al lado oscuro.

Ley del contraste: Cuando dos o más personajes aparecen al mismo tiempo, se establecen diferencias claras entre ellos, ya sea mediante elementos estéticos (colores blanco, negro y gris para el lado oscuro y azul y verde para la fuerza) o acciones características de los personajes.

Por último, en el apartado “Los tópicos de la historia de la literatura” establece las relaciones que hay entre la saga y la literatura. En cuanto a las relaciones intertextuales entre Star Wars y otras obras, Gemma Lluch pone como ejemplos a Darth Maul como Lucifer o el Demonio (La biblia) con algunos elementos de las culturas griega e hindú, el Consejo Jedi como la mesa redonda del Rey Arturo, a los mellizos Luke y Leia Skywalker separados de sus padres como Rómulo y Remo (que también fueron separados), o de nuevo al propio Luke como el Rey Arturo y a Obi-Wan Kenobi (su maestro) como Merlín.

Por último, en el epílogo, la autora se basa en diferentes autores para expresar diferentes teorías sobre este fenómeno. Por un lado, cita a Giroux en cuanto a que el objetivo es el de convertir a los espectadores en consumidores activos, mientras que por el otro cita a Busquets para formular la creación de una nueva cultura global debido a su carácter homogeneizado, pues Lucas coge ideas de diferentes culturas y creencias (europea/cristiana, hindú, griega…) para crear una nueva, consiguiendo que todos los espectadores se sientan identificados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario