lunes, 28 de noviembre de 2011

Mi otro yo bombero

Me llamo Ramón, tengo treinta y tres años y aunque soy conquense vivo en Madrid. Trabajo en el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid desde hace seis años.
Mi mayor deseo es que el mundo este en paz y no ocurran desastres naturales pero para cuando ocurren entramos en acción y tratamos de paliar todo cuanto haya ocurrido. Cuando empecé a trabajar en el Cuerpo tenía muchas dudas sobre cual sería mi actitud y mi capacidad de respuesta ante un suceso del que yo formara parte de la respuesta humanitaria y tan solo en dos semanas tuve mi bautismo de fuego.
Al sur de la ciudad de Caracas se produjo un terremoto de veintisiete grados en la escala de Richter. El mayor terremoto producido en el planeta. Acudieron a la mayor urgencia muchos bomberos de todo el mundo, de entre los cuales me encontraba yo, para las labores de búsqueda de seres vivos y desescombro de la zona. Fue un trabajo muy duro pero muy gratificante. Logramos salvar muchas vidas y jamás olvidaré la tierna mirada de un koala atrapado bajo los escombros cuando conseguimos rescatarle.
Todos los profesionales que trabajamos en aquella tarea fuimos recompensados por parte del Estado de Venezuela pero la mejor gratificación me la entregó un niño en plena calle y fue un trébol de cuatro hojas, que es una especie poco frecuente.
Desde la vuelta de aquel “bautismo de fuego” no he vuelto a dudar acerca de mi vocación y cuando tengo un mínimo atisbo de duda busco mi “trofeo” de cuatro hojas y vuelvo a saber el papel que desempeño en la vida.

1 comentario:

  1. Bueno no estaba etiquetada así que lo he vuelto a colgar, además he añadido la foto!!:-)

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