El documento que yo he seleccionado se llama “La crítica es bella, cómo analizar libros para niños”, este documento fue escrito en el año 2004 por Ana Garralón.
El enlace es el siguiente:
Este documento realiza un análisis acerca de la selección de libro de literatura infantil.
En primer lugar, las críticas sobre estos libros siempre la han realizado los adultos, pues estos siempre han seleccionado qué libros podían ser leídos y cuáles no. Estos tipos de libros aportan muchos ingresos económicos, a pesar de que los medios de comunicación no lo propaguen.
En segundo lugar, se siguen una serie de criterios a la hora de seleccionar un libro, estos son: criterios económicos, en otras desde criterios de desinformación (esto es lo que veo o conozco, luego es lo que recomiendo), en otras desde criterios pedagógicos (el tema de este libro me va bien para trabajar alguna «transversal»), o desde criterios morales (el libro es aparentemente correcto, no voy a tener ningún conflicto recomendándolo).
También, tenemos que tener en cuenta que siempre que realicemos una crítica esta estará dirigida al adulto, pues es este el que seleccionará el libro para que lea el niño. Y esta crítica la realizamos para la primera función y la más importante, es para descubrir libros que no deberían pasar desapercibidos, pero también escribir sobre aquellos libros que están injustamente de moda, para advertir de los libros que no vale la pena leer, para esclarecer hacia dónde va la producción, para dar pautas en la elección personal de cada uno y, sobre todo, para incitar a leer, para mostrar que la literatura para niños está viva, para elegir. Muchas veces, también se le da más importancia a un autor conocido que a un novel.
Pero, existe una serie de dificultades a la hora de escoger un libro, entre ellas:
1.- Ausencia de espacio generalizado que permita las más variadas opiniones y tendencias.
2.- Ausencia de formación en la tarea de la crítica desde la filología.
3.- Un exceso de producción y una falta de información en la labor del que realiza la crítica.
4.- Falta de exigencia y valoración de los destinatarios. Por un lado, los niños, que apenas se acercan a estas recomendaciones de adultos y por otro, los adultos mismo que, en muchas ocasiones no leen las obras.
Por ello, me gustaría destacar que es cierto que muchas veces no seleccionamos los libros adecuados para los niños, pues nos dejamos guiar muchas veces por escritores conocidos o por los best-sellers, dejando a un lado una serie de libros sin descubrir. Pues, antes de enseñar un libro, debemos leerlo, buscar las cualidades que podemos trabajar con ese libro y analizar una serie de características importantes que nos ayudaran a escogerlo o no, ya que es necesario no dejar de lado una gran cantidad de libros que serán necesarios para la formación de nuestros alumnos.
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