jueves, 6 de octubre de 2011

El otro yo, Estefanía Iñesta Pérez

Con que poquito iba y que poquitas personas lo sabían. Fui divagando, fui imaginando, fui entornando los ojos y de repente todo cambió. El lugar dónde me encontraba dejó de ser Almería, a la que tantos años había querido y de la que nunca había salido. Mi ropa no era la de una lavandera y mis piernas no sumaban 32 años entre las dos. Solo recuerdo que corría colina arriba y caía colina abajo, asustada por temer ser devorada por un león. De repente ese particular y fresco aroma a hierbabuena percibí, haciéndome sentir que podía estar tranquila porque él estaba allí. Él, al qué hacía unos años deje de ver pero quién, cada noche, abría firmemente la puerta de mi mente y se colaba en mis sueños. Entonces desperté, sin lograr contemplar su rostro por un segundo o solo unas décimas poderlo ver. Recuerdo esta noche y quizás sea nostalgia, añoranza, tal vez morriña o simplemente sea que todavía hoy, 32 años más tarde, cada vez que mi rostro cae sobre la almohada y mis ojos se empiezan a entornar, siento su particular y fresco aroma, abro los ojos y ahí está, tumbado a mi lado en la cama de mi sueño, haciéndome sentir, solo con su presencia, no tener ninguna de las ausencias en mi vida al despertar. Con que poquito iba y que poquitas personas lo sabían.

8 comentarios:

  1. "abro los ojos y ahí está, tumbado a mi lado en la cama de mi sueño, haciéndome sentir, solo con su presencia, no tener ninguna de las ausencias en mi vida al despertar" yo también quiero uno de estos en mi vida al despertar, precioso Estefanía. =)

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  2. La chica se conformaba con tenerlo en sus sueños cada noche y eso hacía que, al despertar, las ausencias que su vida sufría no significaran nada...
    ¡Tú si que eres preciosa!
    Muchas gracias.. un beso :)

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  3. Estefania !es precioso! Me ha gustado mucho. =)

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  4. Estefanía Iñesta10 de octubre de 2011, 7:29

    Muchísimas gracias, me alegra mucho que os haya gustado. :))

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  5. ¡Qué erotismo! Me gusta y me pone un poco triste.. puede que porque tengo 32 años y mi almohada a veces también recuerda.
    Comentarte lo mismo que a otros compañeros, lo de los acentos interrogativos que a veces van y vienen a su bola.. pero por lo demás, felicidades.

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