miércoles, 9 de noviembre de 2011

Banner y Flapi



3 comentarios:

  1. Ha sido todo un lujo para mí poder rememorar una de las aventuras de estas simpáticas ardillas con las que tanto disfruté en mi niñez. De manera que en lo que a significatividad se refiere le daría un 10. Sin embargo, desde la distancia que dan los años se echa en falta una mayor carga dramática o suspense en la secuencia de las viñetas. Da la sensación de que la historia acaba de forma muy brusca.
    Si algo he de destacar ha sido el comprobar la existencia de la fuerte carga educativa de las dos aventuras que se encadenan en este fascículo, tan común en los dibujos de los años 80. Recuerdo que la gran mayoría de las series de dibujos de entonces (por ejemplo, “Jacky y Nuca” o “David, el Gnomo”), de sus capítulos se podía extraer siempre alguna especie de moraleja, en la que se solía penalizar las actitudes egoístas en pro de actitudes solidarias para la comunidad.
    Para mí, por los gratos recuerdos que me han traído, se merece un 9.

    Marina Llorca.

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  2. Como ha dicho Marina, me ha encantado recordar estos dibujos porque no hay comparación con los que hacen ahora. Desde mi punto de vista los veo muy violentos.

    En cuanto al libro, decir que su lectura es ràida y fàcil aunque creo que le faltaría un poco más de texto para que los niños lo comprendiesen mejor.
    Destacar una frase del libro que me ha gustado: "Tanto Banner como la Rayada se dieron cuenta de que la verdadera valentía no es fanfarronear de fuerte, sino la ayuda mutua entre toda la comunidad". Creo que es un valor muy imporatante que debemos recordar a nuestros alumn@s.

    Como valoración del contenido y sus gráficos le doy un 8, aunque creo que le falta un poco más de esencia porque empieza y acaba muy radicalmente.

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  3. De acuerdo con mis compañeros en la melancolía que produce este cuento por los recuerdos de la infancia.
    Los dibujos son coloridos y tienen ese encanto de lo clásico (trazos cuidados, colores trabajados) que caracteriza el estilo japonés que nos acompañó de pequeños (Heidi, Candy Candy…).
    Sin embargo, recuerdo que este tipo de dibujos me producía angustia… Esos personajes torturados que nunca alcanzaban sus objetivos, que son abandonados, raptados y pasan tantas calamidades…
    Creo que yo no los usaría en el aula…

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